derecho de supresión

Derecho de supresión: Pimpinela y RGPD

 

 

Lucía de Pimpinela no lo sabía, pero al cantar “Olvídame y pega la vuelta” estaba esculpiendo el derecho de supresión que luego se consagró en el Reglamento europeo.

El enlace al podcast (a partir del minuto 0:59:00).

Puedes encontrar aquí todos los audios de Ojo al Dato).

Hoy vamos a hablar del derecho que tiene el titular de datos, “Lucía” a exigir al responsable de su tratamiento (su antiguo amante “Joaquín”) el borrado o supresión de sus datos.

Hay que distinguir rápidamente tres conceptos vinculados en el RGPD:

  • El derecho de supresión, que es el derecho a exigir el borrado de datos a quien los trataba con tu consentimiento o en el contexto de un contrato, cuando cambias de opinión y revocas el consentimiento, o cuando el contrato se ha extinguido. O, sustancialmente, cuando los datos son inexactos, su tratamiento era ilegítimo, se ha ejercido el derecho de oposición o el titular no tenía la edad adecuada para consentir su tratamiento.
  • El ”derecho al olvido” que es una de sus manifestaciones, el derecho a que los buscadores no muestren entre sus resultados determinadas informaciones que están disponibles, pero que no son correctas, o no son relevantes o son demasiado antiguas, por ejemplo.
  • La obligación universal de cualquier organización de bloquear y después borrar los datos, después de tratarlos.

 

Obligación de supresión

Lo primero que hay que dejar bien claro es que no hace falta que Lucía ejerza ningún derecho: pasados ciertos plazos y por defecto, la “empresa Joaquín” tiene que borrar los datos de Lucía si ya no está legitimada para tratarlos.

Y Lucía en la canción lo explica claramente:

Hace dos años y un día que vivo sin él,

Hace dos años y un día que no lo he vuelto a ver,

Lucía claramente alude en la canción a las tres fases en la vida del dato:

  1. Tratamiento efectivo, mientras es necesario.
  2. Llega un momento en que ya no necesitas seguir tratando el dato, y entonces se acaba el tratamiento y lo bloqueas, que es lo que hacemos por ejemplo cuando sacamos una copia de seguridad en un disco duro externo: conservamos el dato en un sitio aparte, por si nos hace falta para algo (normalmente para defendernos de Hacienda o de quien sea) pero no podemos utilizarlo.
  3. Cuando ya ha prescrito cualquier responsabilidad, hay que borrarlo.

Han llegado a mis oídos que existe alguna, no muchas, pero alguna empresa y organización en España que no sabe lo que es borrar un dato. Que, de hecho, creen que están legalmente obligados a conservar la información para siempre y que si no, les multan.

Es al revés. En Alemania se impuso una sanción de 14,5 millones de euros a una de las principales inmobiliarias porque no habían borrado un solo dato en 30 años.

 

(estos dos eran hermanos: her-ma-nos)

 

Derecho de supresión o borrado de datos: “olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta”

¿Quién es?

Soy yo…

¿Qué vienes a buscar?

A ti…

Ya es tarde…

(aquí Lucía preconstituye la prueba del paso del tiempo para justificar, como si le hiciera alguna falta, su pretensión de supresión de datos por no ser necesarios o pertinentes hoy para la finalidad para la que fueron tratados hace ya dos años y un día)

¿Por qué?

Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti…

(aquí tenemos la declaración inequívoca en la que se revoca cualquier relación jurídica que pueda seguir sirviendo de base de tratamiento de datos a Joaquín)

(¡¡ALL TOGETHER NOW!!)

Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa,

(solicitud inequívoca de supresión, que comprende nombre y apellidos, domicilio y alcanza además a los nuevos datos biométricos (reconocimiento facial).

Y pega la vuelta

(Solicitud de borrado)

Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios,

Que no te desean

(desglose más minucioso de otros datos biométricos que estarán vedados para siempre al tratamiento de Joaquín)

Estás mintiendo ya lo sé…

(Joaquín dando vergüenza ajena)

Vete, olvida que existo, que me conociste,

Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso

Tienes experiencia…

 

One more time

En busca de emociones un día marché

(lo del jacuzzi lleno de suecas, muchos dejaron el camino y se fueran por esa vereda)

De un mundo de sensaciones que no encontré,

(evidentemente, chaval)

Y al descubrir que era todo una gran fantasía volví,

Porque entendí que quería las cosas que viven en ti…

Adiós…

Ayúdame…

No hay nada más que hablar…

Piensa en mí…

Adiós…

¿Por qué?

Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti…

(derecho de supresión)

Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa,

Y pega la vuelta

 

Muy buena semana.

 

Jorge García Herrero,

Abogado y Delegado de protección de datos