consiente o paga Meta

«Consiente o paga» de Meta: 8 razones para rechazar una oferta

 

¿Le aceptarán a Meta el «pay or okay» (consiente o paga) para Facebook e Instagram?

 

Meta ha sondeado a las autoridades sobre un nuevo planteamiento en el que los usuarios de Facebook e Instagram podrían «optar» entre

(i) una opción de pago (unos 14 euros) libre de publicidad personalizada o

(ii) prestar el consentimiento a sus actuales tratamientos de datos (recordemos, declarados ilegales y que está obligada a regulalizar o interrumpir).

Cosas veredes amigo Sancho, pero diría que hay, al menos ocho razones para que la respuesta sea que no. Y no son solamente jurídicas: son de sentido común.

 

Hoy termina una serie de cuatro posts que empezó con éste: una exposición general de la ideaca del «consiente o paga» de Meta.

Pero como decía mi abuela, si vas a decir que lo que hace alguien es ilegal, cárgate de razones. Así que en el segundo post analizamos una sentencia clave del TJUE: la que define qué es marketing directo en los medios digitales. (Por cierto, es posible que mi abuela no dijera nada de eso).

El tercer post jugaba a valorar (y ejem, tirar por tierra) la mayor parte de los mixes de bases legales disponibles para Meta (y muchos otros actores de la publi personalizada).

El de hoy es una mera acumulación de razones para contestar a Meta «di NO a la droga» o algo parecido.

 

Empezando por lo jurídico: el consentimiento tiene que ser libre, y la libertad se examina caso por caso.

Meta estaría pidiendo no uno sino dos consentimientos adicionales al contrato, para tratar datos no necesarios para la prestación del servicio.

El RGPD (7.4) dice que en estos casos la libertad del interesado al prestar el consentimiento debe ser objeto de especial escrutinio.

Ese escrutinio tendrá, forzosamente, que valorar cosas como las siguientes: 

 

 

1.- Meta te pide que pagues «para dejar de violar tus derechos»

La opción a “consentir libremente” es pagar por exactamente el mismo servicio que venías recibiendo. Pero justo después de que a Meta le hayan sancionado porque la parte lucrativa de sus tratamientos de datos infringe (sigue infringiendo a día de hoy) nuestros derechos fundamentales.

Se entiende mejor con un ejemplo: es como si, tras conocerse la sanción a un colegio concertado por casos de abusos del profesorado sobre los alumnos, al día siguiente de la sanción, el mismo colegio pide una nueva “tasa”. Pide dinero adicional garantizando que, «desde que pagues», no se producirán nuevos abusos.

 

consiente o paga Meta

 

2.- Meta te pide que pagues a alguien que no genera contenido: vive del generado por sus usuarios

Como decíamos la semana pasada, se abrió la mano del «pay or okay» pero no pensando en Meta, sino en quienes asumen la carga de generar contenido.

Meta no genera contenido: en las redes sociales y en concreto en el caso de Facebook e Instagram, los generadores de contenido son precisamente los pardillos a los que ahora se les pide un precio para financiar la plataforma.

 

3.- Los usuarios están atrapados en la plataforma

No se trata de negar que en todos los casos sea imposible que un nuevo usuario tenga la capacidad para otorgar un consentimiento libre, para decidir si paga o no un servicio con sus datos… pero «de nuevas» (como decía mi abuela).

No es lo mismo proponer esta ideaca a un nuevo usuario que a otro que lleve muchos años usando el servicio.

Y esto por dos razones:

Los usuarios que lo han sido durante años, están atrapados en Facebook e Instagram.

No es tan fácil cambiar de plataforma: los que estamos haciendo de tripas corazón en Twitter lo sabemos.

Sí que puedes descargar tu contenido, pero te tocará elegir otro lugar favorito y en él, empezar de cero entre otras cosas buscando tus conexiones: aquellos a quienes seguías y quienes te seguían.

Para la mayor parte de los usuarios, no hay una plataforma alternativa, y el coñazo de hacer la mudanza si la hubiera, hará que lo más fácil sea pinchar el botón de “consiento”.

De nuevo, el sesgo de aversión a la pérdida.

 

4.- Meta te pide que pagues… aunque te debe dinero

Que Meta pida dinero a sus antiguos usuarios es lisa y llanamente un ultraje: ¿Por qué? Porque Meta debe una indemnización a todos sus usuarios que utilizaran el servicio antes de enero de 2023.

Las autoridades han declarado que el tratamiento de sus datos fue ilegal. Y por tanto, que sus derechos fundamentales han sido infringidos.

Como ya he argumentado por aquí, el precio puesto por Meta puede servir como criterio para determinar la indemnización que cualquier usuario podría reclamar (puesto que se ha declarado el tratamiento ilícito de sus datos durante al menos cinco años -y contando-).

Pues bien, las empresas que quieren restaurar su buena imagen suelen ofrecer espontáneamente reparar ellos mismos el daño al usuario (como Volkswagen en el vergonzoso incidente de sus vehículos diesel).

Sí, sé que es pedir peras al olmo pero ahí va. Una propuesta de reparación equitativa y obvia por parte de Meta sería ofrecer la versión premium a tooodos sus usuarios cuyos derechos ha vulnerado, y durante el mismo tiempo.

Esta versión tendría que ser libre de publicidad y ojo, también de espionaje.

¿Sería la quiebra de Facebook e Instagram? No digo que no.

¿Sería justo? Sin duda.

 

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«Ay, cómo hemos cambiado»

5.- Meta te pide que pagues aunque prometió que Facebook sería «gratis para siempre»

@CiberlawyerA levantó su dedo acusador en agosto de 2019 para denunciar que, de pronto, el slogan «es gratis y siempre lo será» había pasado a mejor vida en la página de inicio de Facebook.

No es la razón más sólida, pero suma.

La última vez que miré, la publicidad vinculaba. Este no es un factor anecdótico: si Meta tira por interés legítimo, las expectativas del interesado pesan lo suyo en el juicio de ponderación. Si tira por consentimiento, ese escrutinio (en realidad, también es una ponderación) debe tener en cuenta si el usuario lo es desde antes o después de cesar esa promesa de gratuidad ad eternum, tan propia de un vampiro.

 

6.- Sería la cuarta vez que Meta cambia el collar… al mismo conejo

Con el “Pay or okay”, Meta habría cambiado cuatro veces de base legal: (consentimiento a contrato, contrato a interés legítimo, interés legítimo a «consiente o paga»). 

Y las cuatro veces sin modificar un ápice su modelo de negocio. Su modelo de negocio fue ilegal desde el día uno, y Meta sólo ha cambiado los papeles: nunca su modus operandi, nunca ha intentado siquiera cumplir la norma.

Es importante enfocarse en lo que las empresas (y la gente) hacen, en vez de en lo que dicen.

Mi pregunta sigue siendo… ¿por qué tendrá tanto miedo a pedir un consentimiento como Dios manda a su usuarios?

 

7.-Meta alegaba hasta hace dos días que «esa personalización de la que usted me habla» era imprescindible para su servicio

Durante años ha sido su tesis principal para defender la licitud de sus tratamientos de datos: la publi personalizada estaba en la entraña de su negocio: la personalización es clave.

Pero ¡hey! ahora no parece haber problema para no personalizar. Eso sí: cobrando.

 

 

8.- «El test del vampiro»: la turra debe parar, pero también el profiling…

Last but not least, por supuesto, Mark debería pasar el “vampiro test”: si efectivamente pagas, tendrá que ser verdad que ni te muestran publi personalizada ni te siguen perfilando o espiando para permitir la publicidad personalizada por otros, o más tarde por la propia Meta.

Porque recordemos: la cacareada sentencia (C-252/21) del TJUE (la que Meta zarandea para legitimar su iniciativa) dice que se puede pedir una remuneración adecuada, pero también dice que la alternativa equivalente no estará acompañada de tales operaciones de tratamiento de datos.

En plural.

El párrafo que buscan es el 150:

«Así pues, en el marco del proceso contractual, esos usuarios deben disponer de la libertad de negarse individualmente a prestar su consentimiento a operaciones particulares de tratamiento de datos que no sean necesarias para la ejecución del contrato, sin verse por ello obligados a renunciar íntegramente a la utilización del servicio ofrecido por el operador de la red social en línea, lo que implica que se ofrezca a dichos usuarios, en su caso a cambio de una remuneración adecuada, una alternativa equivalente no acompañada de tales operaciones de tratamiento de datos.»

Esto, para acabar, es uno de los pilares de la demanda que 41 estados han encalomado a Meta en EEUU en relación con los daños -conocidos y no mitigados- que Facebook e Instagram causa a los menores de edad.

Muy buena semana.

 

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de protección de datos