Road to Iceland

2019: Trabajo chulo y «otras cosas»

 

El curso 18-19 empezó muy bien: con el lanzamiento de la web de Secuoyagroup. Todos la conocéis y con eso está todo dicho.

Luego vino el pollo del 58 bis, el capítulo del libro, y el Congreso para Delegados de Protección de Datos de Wolters Kluwer.

DPD conflicto de interés

Tres secuoyers in da house

Allí pude tocar –con la misma cara y reverencia que el mono toca el monolito en 2001- a varios de mis ídolos. Alguno me miró como al mono, claro.

En mi intervención tuve que emplear todo el poder de mis tres sentidos para enlazar mis afirmaciones serias y mis paridas mientras Paloma Llaneza, a 40 centímetros de distancia rezongaba comentarios -a voz en cuello pero perfectamente audible para mí- como “BLOGUERO!!” y “ENCIMA FUTBOLERO!!”.

DPD conflicto de interés

Pero bien: en mayo me pasé con TheLlaneza y la corte de Marelisa una tarde de terraza superagradable en el Congreso de la Abogacía. ¡Hasta me desbloqueó en twitter!

Olrrait.

Entre medias, cientos de horas de trabajo enterradas en pulir Lista Viernes. En cierto borrador de recurso de inconstitucionalidad idea de San Borja. En la constitución de la Fundación para la defensa de la privacidad.

Ahora que lo pienso: de pronto soy administrador de una sociedad y presidente de una Fundación…

Incluso he recibido mi primera demanda “chispas”. No se preocupen, no me demandó un cliente, sino una proveedora. Galega. Que va de guay e non chega a chachi. Que, claro, se ha llevado mi primera reconvención «chispas».

Y todo esto entre mucho trabajo y del bueno, y con clientes buenos y de los buenos.

Y digo buenos no porque tengan proyectos excelentes, que los tienen, ni porque me hagan caso, que encima me lo hacen, sino porque en algunos momentos supieron disculpar que tardaba en atenderles porque estaba dedicándome a “otras cosas”.

Y es que atender a clientes con ganas de hacer las cosas bien ya es tener suerte. Pero que encima tengan paciencia y empatía contigo, no tiene precio.

Así de memoria, hemos asesorado el maravilloso mundo de los ensayos clínicos -donde más que en ningún sitio reina el «ensayo  y error»-, hemos desarrollado soluciones para bases de datos descacharradas por un reconsent mal pedido, “listening en redes sociales”, revueltas sindicales ante medios avanzados de control laboral, evaluaciones de impacto, digitalizaciones «in deep», privacy by design en estudios comerciales y científicos corriendo en paralelo, encriptación unidireccional, centralizaciones y descentralizaciones de datos personales intragrupo de empresas sobre interés legítimo, en fin… muuuy entretenido.

En Mayo participé en el  Congreso Nacional de la Abogacía con una charleta sobre software libre que no he tenido ni tiempo de colgar en la web.

Julio trajo el estreno de Paradox Academy, una idea de Jorge Morell con la que estamos muy ilusionados.

En verano me leí los tres libros imprescindibles del año  “El enemigo conoce el sistema” de Marta Peirano, Datanomics” de TheLlaneza, y “The age of surveillance capitalism”.

El libro de Marta Peirano te engancha en una montaña rusa de motivos para el insomnio. TheLlaneza disecciona todo con su conocimiento jurídico y de negocio. Ninguna de las dos hace prisioneros.

Como tampoco los hace la obra catedralicia y definitiva sobre el tema, la de Shoshana Zuboff. Esta mujer consigue estructurar todo en el lugar y momento que ocupará en la historia, dotando a todas las alertas e indicios que percibimos, de un nuevo sentido que presenta el problema con la gravedad y urgencia que realmente merece, creo.

Zuboff remata el libro con un #BeTheFriction. Y homenajeó el mes pasado el fallecimiento de su alma gemela Giovanni Buttarelli con otro significativo #CarryTheTorch.

Para terminar, me han hecho dos regalos de cumpleaños anticipados: uno, el placer y el honor de escribir el prólogo al libro de un amigo: ya os contaré.

Y el honor y la responsabilidad de dar una TedTalk sobre privacidad este mes en el mejor evento TedX de España (y sí, uno de los mejores del mundo) el Valladolid, de la mano de la gran Belén Viloria: si Belén no existiera, habría que inventarla.

 

En este curso que entra, sólo espero seguir teniendo trabajo del bueno y tiempo para estas “otras cosas”, tambien tan buenas.

Porque en esta perra vida hay cosas que, o las haces tú, o no las hace nadie.

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de Protección de Datos

Imagen de cabecera: «Road to heaven» de Andrés Nieto Porras, utilizada según licencia (CC BY-SA 2.0)