Hacer Testamento

Por Qué Necesitamos Perder el Miedo a Hacer Testamento

El testamento suele ser el acto económicamente más importante que hacemos en nuestra vida.

Todos lo sabemos. Sin embargo, poca gente hace testamento espontáneamente, y son aún menos los que planifican su sucesión con detenimiento.

¿Por qué?

Hacer Testamento = pensar en mi propia muerte = acabo de recordar que tengo que hacer unas llamadas muy urgentes…

Pero no tiene que ser necesariamente así.

Repasemos juntos unos cuantos tópicos sobre la tarea de hacer testamento.

Mi tesis es que todos ellos tienen una cara positiva. Hacer testamento sólo es malo si estamos convencidos de que es malo. Y no es así.

1.- Hacer Testamento te obliga a pensar en tu propia muerte

En negativo.- Te coloca justo en ese sitio en el que no quieres estar. Es normal que uno prefiera hacer literalmente cualquier otra cosa. No hay un lugar menos apetecible que un mundo en el que ya no estás.

La primera reunión sustantiva con el cliente para discutir su testamento del cliente suele ser pospuesta. Siempre. Varias veces.

En positivo.- Te obliga a situarte en un punto de vista trascendente, que pocas veces nos permite nuestra ocupada vida moderna, o pocas veces nos permitimos a nosotros mismos.

Puede que las respuestas a las preguntas que tendremos que hacernos no sean fáciles. Puede que no haya soluciones perfectas para nuestros deseos o circunstancias.

Pero, créanme, cada minuto que dediquemos a meditarlas será valioso. Porque meditaremos sobre nuestra vida, nuestros objetivos, nuestros seres queridos. Sobre cómo podemos ayudarlos mejor mientras estemos a tiempo. Sobre cómo podemos mejorar para los nuestros ese mundo en el que no estaremos.

2.- Hacer testamento te obliga a revisar tu situación patrimonial

En negativo.- Es una tarea engorrosa. Y que suele dar disgustos. Es necesario empezar definiendo exactamente qué es tuyo y qué no. Habitualmente, uno descubre en momentos como éste que el régimen de gananciales no es exactamente (ni parecido a) lo que creía.

En positivo.- Se trata de una excelente oportunidad para planificar tu futura situación patrimonial.

Sea cual sea nuestra esperanza de vida, todos aspiramos a morirnos cuando nos dé la gana, es decir: nunca.

En cualquier caso, lo cierto es que el testamento no tiene efecto hoy, sino ese día indeterminado en el que ya no estarás. Por tanto, es necesario e inevitable intentar determinar qué puedes tener o no ese día, antes de empezar a decidir qué haces con ello.

3.- Hacer testamento te obliga a valorar a tu familia

En negativo.- “Esta parte puede ser muy fácil o muy difícil”. Falso. Siempre es difícil. Tendrás que someter a tus “candidatos a herederos” a examen. Habitualmente a tus hijos. O a otros familiares o a tus amigos.

¿Merece alguno más o menos que los demás? El ejercicio de introspección necesario para responder a esta pregunta puede representar una potente causa de ansiedad.

En general la mayoría suele repartir igualitariamente sus bienes entre sus hijos:

Se tarda un breve segundo en tomar esa decisión.

Se tarda un segundo eterno en decidir que prefieres no decidir

En positivo.- De nuevo: “Esta parte puede ser muy fácil o muy difícil”. Falso. Siempre es difícil. Pero por razones diferentes, créanme.

Una vez el testador ha determinado la o las directrices fundamentales de su testamento, suele disfrutar perfeccionando más y más su testamento: empieza a disfrutar decidiendo. Y desarrollando lo decidido.

Sentirte identificado con tu testamento es un sentimiento parecido (pero, desde luego, mucho más pleno) a acertar con un regalo de cumpleaños.

4.- Hacer testamento te obliga a valorar a tus amigos

En negativo.- Las mismas razones que en el apartado anterior.

En positivo.- Es muy recomendable apoyarse en una persona que te sobreviva y asegure que tu testamento se cumple como tú quieres (un albacea). Esa persona tiene que merecer tu absoluta confianza. Tienes que confiar plenamente en él/ella.

De hecho, es recomendable designar en cascada a más de un albacea, para que se encargue el segundo de la lista si el primero no puede o no quiere aceptar la tarea.

La naturaleza del encargo obliga al testador a consultar con la/s persona/s elegida/s su disposición a asumirlo.

Es probable que el testador tenga ya un vínculo especial con los elegidos. Es seguro que dicho vínculo será mucho más especial a partir de ese día.

5.- Hacer testamento te obliga a revisar la situación patrimonial que tendrán tus herederos

En negativo.- Si se temen conflictos familiares por la herencia, hay soluciones clásicas (y no tan clásicas) efectivas para evitarlos o minimizarlos.

En positivo.- Es imperativo hacer lo posible para facilitar la vida a los herederos que dejas atrás. Puede que sea preciso realizar alguna donación en vida. Ordenar la liquidación de algún bien a metálico con cualquier finalidad.

Especialmente es necesario atender ciertas situaciones como la de hijos menores, familiares de edad avanzada, incapacitados, la pareja en situación de unión de hecho.

Todos ellos requieren y merecen disposiciones específicas.

6.- Hacer testamento te obliga a aprender Derecho de Sucesiones

En negativo.- Esta disciplina es, con mucho, la más compleja del derecho para el pobre abogado. Y la más irritante para el testador. Lo que a Vd. le importará serán las limitaciones que la ley le impone.

Salvo que no tenga -ni planee tener, en el momento de su fallecimiento- cónyuge, ascendientes o descendientes, Vd. tendrá que vérselas con el sistema de legítimas (o cuotas de su herencia que la ley obliga a dejar a determinados miembros de su legítima).

En positivo.- No hay nada más placentero para el técnico que descubrir brechas en el anquilosado y rígido sistema de sucesiones del Código Civil, ofrecerlas a los clientes  y comprobar cómo funcionan en la práctica.

7.-Hacer testamento te hace cobrar conciencia de lo que representa vivir en tu Comunidad Autónoma:

Dependiendo de dónde resida o haya residido en los últimos años –depende-, Vd. tendrá su residencia a efectos civiles en una u otra comunidad autónoma. Muchas comunidades tienes un derecho foral especial, y con ello, normas distintas de las del derecho común. Esto es así, por ejemplo, en Cataluña, Euzkadi, Galicia, Aragón, Baleares, entre otras.

Y aunque no tengan Derecho Foral Especial en materia de Sucesiones, pueden tener un régimen fiscal especial: en muchos casos no cuesta lo mismo heredar en Madrid que en Valladolid.

Estos factores no son En positivos o En negativos: son los que son. Salvo que Vd. tenga la voluntad y posibilidad de modificar su vecindad civil para adquirir la de una Comunidad cuyo régimen jurídico sea más adecuado a su voluntad testatoria o circunstancias patrimoniales.

8.- Hacer testamento te obliga a gastar dinero

En negativo.- Es cierto. Aunque los costes notariales son insignificantes, desde luego recomiendo asesoramiento personalizado de un experto jurídico y, mejor aún, también de un experto fiscal.

Dicho esto, el principal argumento a favor de un testamento asesorado es el coste que puede tener para sus herederos una sucesión no planificada. Existen numerosos instrumentos jurídicos y fiscales para permitirle hacer aquello que quiera hacer con su patrimonio. Y para optimizar su coste fiscal.

En positivo.- Un testamento notarial no debería costar más de 50 euros. Pero hay más: el testamento ológrafo o completamente manuscrito es perfectamente válido, siempre que cumpla los requisitos del artículo 688 del Código Civil. Es decir, hacer testamento puede no costar más que lo que cueste el bolígrafo y el papel.

 

Les recomiendo la lectura de este otro post, del conocido Notario y Blogger Francisco Rosales sobre el mismo tema. El final me gusta especialmente.

 

Jorge García. Abogado en Valladolid

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