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Whatsapp: 8 preguntas sobre la nueva política de privacidad (#Ojo al Dato en la Ser)

 

El pasado 4 de enero whatsapp nos asaltó con una actualización de su política de privacidad. Y la gente empezó a marcharse.

De eso hemos estado hablando hoy en Ojo al Dato (podcast de Hoy por Hoy en La Ser con Carlos Flores aqui, a partir del minuto 1:07:00) 

Puedes encontrar aquí todos los audios de Ojo al Dato).

 

De acuerdo con sus términos, en la Unión Europea los cambios son mínimos, pero eso no ha evitado una desbandada general de usuarios hacia Telegram (una plataforma más currada y con muchas más utilidades) y Signal (la más privada de todas la apps de mensajería).

 

1.- ¿La política de privacidad ha cambiado mucho?

Como siempre, hay que estudiar el texto para encontrar las pequeñas diferencias. Es decir, como siempre, la actualización se plantea para que lo más cómodo sea aceptarla sin leerla.

 

2.- ¿Hay peligro en la actualización?

No tanto: como hemos dicho, los cambios SOBRE EL PAPEL son pequeños en la Unión Europea. 

 

3.- ¿La privacidad de nuestros mensajes está en peligro?

Pese a los bulos  y mentiras que corren, recordemos que, como ya hemos explicado otro día aquí, los mensajes, fotos y vídeos siguen estando “cifrados de extremo a extremo” entre tu móvil y el del destinatario del mensaje, así que Facebook no los puede leer.

Lo que sigue sin cifrarse son las copias de seguridad, que se almacenan en la nube de Google o en nuestro móvil. O sea que Google sí que puede leerlos y otras apps que tengamos instaladas en el teléfono pueden tener acceso a ellas.

Pero esto no es ninguna novedad.

 

4.- Entonces: ¿Dónde está el peligro?

Y ya hemos explicado otro día que el peligro no es ese. Facebook no está interesado en leer las chorradas que pones en el chat de amigos, familia y compañeros de curro. Sino en saber quién está en tu chat de amigos, familia y compañeros de curro. Porque con quién interaccionas y cómo lo haces te define más que lo que les dices.

Y Facebook sabe que lo que puede venderte a ti, también podrá vendérselo a ellos.

Cuando se autorizó la compra de whatsapp, Facebook se comprometió a no integrar los datos de sus plataformas.

Los muy jetas llegaron a decir que era técnicamente imposible saber que el usuario Carlos Flores de Facebook era el usuario tal de whatsapp. Lo cierto es que es posible, y de hecho era lo que se pretendía: incrementar las bases de datos con miles de millones de usuarios.

 

5.- Entonces, ¿por qué cambian ahora la política de privacidad?

El objetivo final de Facebook es integrar los datos de sus cuatro plataformas: Facebook, Instagram, Facebook Messenger y Whatsapp.

Esto se le prohibió y tiene procedimientos con sanciones significativas en camino. Facebook y las grandes tecnológicas siempre han preferido pedir perdón que pedir permiso, así que aceleran la integración de plataformas para poder alegar pasado mañana que lo que ha unido Zuckerberg no lo puede separar un juez.

 

6.- ¿Es legal? ¿Por qué es distinto el cambio en Europa y el resto del mundo?

En Europa tenemos el RGPD y la directiva E-privacy, y Whatsapp necesita nuestro consentimiento separado para usar nuestros datos para cualquier cosa distinta de la comunicación entre usuarios. En EEUU Facebook combinará los datos entre plataformas para, como dicen ellos en su jerga, «mejorar nuestra experiencia y hacernos sugerencias de amigos y ofertas más personalizadas«.

Porque whatsapp es una aplicación de mensajería entre particulares, no un embudo succionador de datos para Facebook.

Y ese consentimiento que nos piden, según el RGPD, no puede ser forzado con consecuencias negativas (como por ejemplo, que la alternativa sea privarte del servicio). 

 

7.- ¿A la gente le importa su privacidad?

Ya lo creo: el viernes pasado, la entrada masiva de nuevos usuarios en Signal hizo que se cayera la aplicación.

Telegram anunció que ganó 25 millones de usuarios en tres días.

Lo que nos lleva a la pregunta más importante, que es la que siempre me hacéis aquí: “muy interesante lo que me cuentas, Jorge, pero…»

 

8.- «…¿Qué podemos hacer?”

Pues exactamente lo que está haciendo la gente: “irsen” como decía Lola Flores. Siempre es buen momento para dejar de usar Whatsapp.

Votar con el bolsillo y abandonar los servicios que no respetan nuestros derechos.

Los vampiros de datos no son nada, absolutamente nada, si les quitamos nuestros datos. Y están tan acostumbrados a hacer lo que les da la gana, que salen corriendo como conejitos cada vez que las cosas se ponen un poco feas.

En las últimas dos semanas, Facebook ha anunciado que ya no venderá publicidad electoral, después de la que se ha armado con Trump y lo del capitolio en EEUU.

Esto se le venía demandando desde hace cinco años.

Ahora ha retrasado hasta verano la aplicación de estos cambios en la política de privacidad porque se estaba yendo hasta el Tato de Whatsapp.

Como conclusión, váyanse a Signal o Telegram y dejen un enlace en sus chats de whatsapp para que sus amigos familia y cuñaos les sigan: esas aplicaciones funcionan igual y de hecho son mucho mejores.

 

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de Protección de Datos