Vacunas COVID y datos (Ojo al Dato en la Ser)

 

Hemos hablado hoy en #OjoAlDato en la Ser con Carlos Flores de las famosas vacunas antiCOVID.

El enlace al podcast (a partir del minuto 1:01:00).

Puedes encontrar aquí todos los audios de Ojo al Dato).

Una cosa que me interesa de la vacunación colectiva es su parecido con la privacidad: es un deporte de equipo. Y el partido lo ganamos como equipo o lo perdemos todos.

 

¿Se puede obligar a vacunar?

La normativa en España es clara: la vacunación es voluntaria. Salvo circunstancias extraordinarias que deben ser declaradas por la autoridad competente, no se puede obligar a nadie a vacunarse.

Es fundamental alcanzar un altísimo índice de vacunación, porque de otro modo, los vacunados volveremos a estar amenazados con el tiempo.

Empezar con los chistecitos en plan “el que no se vacuna juega a la selección natural”, no ayuda: los no vacunados se contagian y nos contagian.

 

Desde el punto de vista de la protección de datos y del derecho, hay muchas cuestiones interesantes:

 

¿El dato de vacunación se registrará?

 

La vacunación se integrará en la historia clínica de cada paciente, que para eso está. Normalmente por el principio de limitación de finalidad sólo se pueden utilizar tus datos para lo que te hayan informado o lo que hayas consentido y nada más, pero esta es una excepción muy pedagógica:

 

Aquí habrá usos secundarios de investigación: Los datos de salud previos y posteriores de los vacunados se estudiarán y esto está bien y es legítimo, pq así aprenderemos más sobre las vacunas y el bicho, y eso es de interes público y está cubierto por la normativa.

 

Peeero

 

¿El registro de los que se nieguen a vacunarse que comentó el ministro Illa?

 

Dicho lo anterior, ya es más fácil ver que ese registro de integrantes de la “resistencia antivacunas” seguidores de Bosé no es fácil de justificar: es redundante (y por tanto innecesario), y estigmatizador. Es una de esas listas negras que la Agencia de protección de datos no deja hacer ni a los Reyes Magos, como veíamos el otro día. Otra ideaca mala de estos tiempos que corren que estoy seguro que quedará en el olvido.

 

Y a partir de aquí, lo espinoso e interesante:

 

Si no podemos obligar a la gente vacunarse pero estamos interesados en que se vacune un 95% de la población, podríamos utilizar incentivos… Pero estos incentivos sólo pueden ser positivos, no discriminatorios.

 

La tentación de discriminar a los no vacunados.

 

Quien se haya vacunado puede decirlo y acreditarlo para viajar sin PCR para acceder con mayor facilidad a determinados puestos de trabajo (sector sociosanitario).

 

Pero:

¿Puede el empresario exigir al candidato a entrar a trabajar en su empresa que le demuestre que está vacunado?

¿Puede despedir el empresario al que se niegue a ser vacunado?

 

Como nos gusta decir a los abogados, depende. Si el trabajador se encuentra entre el colectivo laboral socio sanitario, parece que debería vacunarse para poder seguir interactuando con enfermos.

Pero como hemos dicho la vacunación es voluntaria. Salvo circunstancias extraordinarias que deben ser declaradas por la autoridad competente. No por el jefe de personal. no está nada claro que se pueda despedir al trabajador que no quiera vacunarse.

Debería haber circunstancias objetivas que impongan esa necesidad ineludiblemente. Pero en general, si esa actividad se venía prestando antes de la disponibilidad de la vacuna, merced a las medidas de prevención oportunas, parece difícil acreditar que ahora la cosa sólo pasa por un «te vacunas o a la calle». Veremos.

Otra cosa es que se fomente la vacunación con incentivos positivos, pero no negativos o discriminatorios.

 

¿Pueden los vacunados exigir una vida libre de restricciones?

Es un hecho que los vacunados –como los que han pasado la enfermedad- siguen siendo agentes de transmisión de la enfermedad (aunque menos) y está por ver el tiempo que dura su inmunidad. Últimamente se habla de seis meses.

 

Ojo con todas esas aplicaciones

Pronto veremos un montón de proyectos de certificados digitales de vacunas para que podamos acreditar con el móvil el hecho de estar vacunados y la fecha. Estas aplicaciones deben analizarse con mucho cuidado, porque no se debe olvidar que estamos hablando aquí de datos de salud, que me temo que van a van a tener consecuencias importantes para el ejercicio o no ejercicio de derechos de muchas personas.

Se hizo un trabajo excelente con las aplicaciones de rastreo de contactos desde el punto de vista de la privacidad. Se debe exigir el mismo nivel a las que vengan.

 

Demanda de bienes escasos

También habrá que ver cómo se gestiona la demanda de vacunas (parece que habrá que revacunar a los primeros vacunados con el tiempo) y habrá gente en España sin vacunar cuando empiece la segunda vuelta.

Y también habrá países a los que la vacuna tardará bastante tiempo en llegar de forma masiva.

 

Quería acabar con una reflexión. Como dice el crack Federico de Montalvo, es curioso comprobar que el excepticismo ante las vacunas se da, como pasa con la democracia, en las sociedades más vacunadas y más democráticas, más avanzadas: cuestionamos lo que tenemos, dándolo por hecho, creyendo que ya no nos hace falta.

 

Feliz año. Eguein.

 

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de Protección de Datos