peliculacas y privacidad

Peliculacas y privacidad en (Ojo al Dato en la Ser)

Peliculacas y privacidad

Una buena película, como un buen libro, te puede cambiar la vida. Y muchas veces esas no son las de Bergman o Kieslowski, que también, sino las de las palomitas. Hoy he hablado de tres de estas películas con Carlos en el programa de Hoy por Hoy de la SER en Valladolid  (enlace AQUÍ, a partir del minuto 1:08:00).

Puedes encontrar aquí todos los audios de Ojo al Dato).

Creo que es mucho mejor escuchar el podcast (y a Jim Morrison como entradilla, porque Carlos también fue y es DJ!), pero este programa me ha gustado especialmente y por eso he transcrito la mayor parte por aquí.

 

El Show de Truman

Esta peli la vi en la Seminci, y te aseguro que en aquel momento, ver una peli de un payaso como Jim Carrey programada en la Seminci era sorprendente. Pero es que es la primera buena de verdad que hizo.

Jim Carrey no sabe que es el protagonista estelar de un reality de televisión que le retransmite las 24 horas del día. Vive en un mundo controlado y completamente artificial. Sólo sabe del mundo la información que le dejan saber, y no le dejan salir de ciertas coordenadas, pero para mí, lo interesante es que  no se lo impiden con violencia, sino manipulándole, engañándole.

Esta película ilustra fespestamente la causa de uno de los principales problemas actuales: distintas personas con distintas opiniones (vamos a decir que Pablo y Pedro) son incapaces de llegar a acuerdos entre sí. Son incapaces de respetar opiniones o criterios ajenos.

Y la razón no es que sean muy tontos o muy intolerantes, el problema es que cada uno está recibiendo, sin saberlo, distinta información sobre los mismos hechos.

Desde que Pablo y Pedro no se leen los periódicos enteros como se hacía antes, desde que algoritmos personalizan y filtran lo que cada uno ve, sólo consumen la información seleccionada conforme a sus opiniones y credos previos.

Porque en las noticias de internet Messi y Cristiano Ronaldo pueden ser, al mismo tiempo, el mejor jugador del mundo.

Y cuando eres Pablo o Pedro o el Truman de la película, da mucho menos miedo seguir defendiendo lo de siempre: que la tierra es plana, que el problema son los catalanes, o ese político imputado es inocente; porque da mucho menos miedo eso que autocuestionarte seriamente y pensar que, a lo mejor, te han, nos han estado manipulando a todos durante todo este tiempo.

 

El día de la marmota o Atrapado en el tiempo

En esta peli, da igual qué haga Phil, que cuando se despierta es siempre el mismo día en el mismo pueblo.

En mi secuencia favorita, Bill Murray le dice a Andie McDowell que es un Dios. No Dios, ojo, sino “un Dios” y para demostrarlo, se levanta y le va contando detalles íntimos sobre cada persona que está en la cafetería, que él de ningún modo podría saber.

Y después dice:

“Quizá Dios no sea todopoderoso, quizá simplemente lo sabe todo porque lleva por aquí el tiempo suficiente”.

Pero Andie McDowell sólo le cree de verdad cuando le pregunta “¿Qué sabes de mí?” y Phil le dice “lo sé todo” y le dice dónde va de vacaciones, qué es lo que más y menos le gusta, y sus principales cualidades.

Phil lleva mucho tiempo intentándolo todo todo para enamorarla, y ha llegado a conocerla mejor que lo que ella se conoce a sí misma.

Y es en ese momento cuando Andie McDowell se convence de que efectivamente algo fantástico e inexplicable está ocurriendo.

Esta película ilustra muy bien el poder que obtiene quien es capaz de conocer tu información íntima, las cosas que sólo desvelas a tu familia o amigos: porque tu privacidad es poder, y quien es capaz de robar su privacidad o su poder a muchas personas puede llegar a ser omnipotente, o a parecerlo.

Y eso es lo que han conseguido las principales plataformas tecnológicas o algunos Estados… lo que nos lleva a…

 

La vida de los otros

Esta peli describe el día a día de un empleado de la Stasi, la oficina de espionaje político de la república democrática alemana (que era todo menos democrática).

El prota es un espía que vigila y documenta durante las 24 horas del día todo lo que hace una pareja en su casa. Pero pronto descubre que en realidad la información obtenida se emplea, no en interés del país como el esperaba, sino en el de los políticos del ministerio.

Es otro ejemplo del poder que se puede adquirir al despojar a los ciudadanos de su privacidad.

Quien lo sabe todo sobre ti, obtiene un poder absoluto, y “el poder absoluto corrompe absolutamente”.

Por eso repito en este programa cada semana que la privacidad es una garantía esencial de los ciudadanos.

Como dice Carissa Veliz en su libro, -que recomiendo encarecidamente- “Privacy is power”, “la privacidad es poder”: normalmente la justicia se representa como una mujer que sostiene una balanza y tiene una venda en los ojos.

Pues bien: la privacidad es esa venda que posibilita que la justicia sea ciega y que sea justa: y si no hay venda, no puede haber justicia.

Más sobre este libro imprescindible, pronto. Stay tuned.

Puedes encontrar aquí todos los audios de Ojo al Dato).

 

¡¡Ojo al Dato!!

 

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de Protección de Datos