Juego de Tronos y Protección de datos

Juego de Tronos y Protección de Datos

 

Sí, amigos, todo el mundo está pendiente de Juego de Tronos, como todo el mundo está pendiente de la protección de datos personales.

Y eso es porque son la misma cosa.

¡Puedo demostrarlo!

Nombres y apellidos

Para empezar, sólo pasan cosas buenas cada vez que Danny Targaryen susurra “Dracarys” en la orejilla de esa especie de horno asador con alas que es su “primogénito”.

Pero bromas aparte, si hay una cosa importante en Westeros son los identificadores: todos los personajes pertenecen a uno de los linajes hegemónicos (Stark, Lannister, Baratheon, Targaryen), o a uno de los mediocres.

El resto son personajes de transición que acabarán sus novelescos días ensangrentados en una cuneta de cualquier temporada.

Por el amor de los siete Dioses: hasta las espadas tienen nombre y filiación.

Hemos visto cómo la decapitación de Ned Stark se prolongaba Stalin-way en el fundido de “Hielo”, su espadón de acero valyrio para forjar “Guardajuramentos” y “Lamento de viudas, otras dos espadas con nombre propio que tendrán momentos de gloria en manos de sus portadores. No en vano esta mística aleación -y el vidriagón – son los únicos materiales capaces de hacer pupita a los Caminantes Blancos

¿Quiénes tienen espadas de estas? Sabemos de Brienne de Tarth, Jorah Mormont, y (ojo!) Arya Stark. Hay otras tres “vacantes” por fallecimento de sus titulares: Meñique, Randyll Tarly (padre de Sam) y el príncipe Tommen tenían espadas valyrias.

Al loro.

Juego de Tronos y Protección de datos

Seudónimos: personajes que no son quienes dicen (o creen) ser

Los giros más sugestivos de la serie han venido todos por la seudonimización de algunos de sus personajes más relevantes:

Jon Snow o Aegon Targaryen

Ya fue revelada oficialmente la filiación de Jon Snow -en realidad Aegon Targaryen, legítimo heredero al Trono de Hierro-.

¿Quieres saber por qué es tan importante el principio de calidad y exactitud en el tratamiento de datos personales? Pregúntale a Jon.

El pobre bastardo es víctima de un error intencionado de imput data en el “Registro civil” de los Siete Reinos. Y claro, Ned  Stark tenía interés legítimo para hacerlo: el pellejo del primogénito Targaryen hubiera sido lo más codiciado de Westeros.

Olvidémonos, Jon, del ayer, de tu complejo de inferioridad y de una madre buena –Catelyn Tully– que se porta mal sólo contigo.

Eso no es nada, porque hoy te tocará resolver una previsible confusión en lo político (tu aliada y presunta lideresa Daenerys, dejará de ser tal) y en lo serrsual (tu deseable compañera de sábanas va a resultar ser, además, tu tía carnal).

Theon Greyjoy

Algo interesante tiene que tener reservado otro personaje seudonimizado: Theon Greyjoy. En un arco argumental realmente cansino, le hemos visto como vil traidor, víctima total (“Hediondo”), le hemos visto redimirse mínimamente, para pasar otra vez por la cobardía y la vileza total. Si hay un Gollum en Juego de Tronos es Theon, y su momento de ¿gloria? sin duda llegará.

Gendry

La serie ha recuperado convenientemente a otro bastardo: Gendry, hijo de Robert Baratheon. Y es que Melissandre, como sabemos, necesita sangre real para sus cosillas. Y todas las cosillas que podamos conseguir serán pocas contra el ejército blanco.

Tyrion Targaryen

Y uno de los platos fuertes de la temporada final será la revelación de que Tyrion es medio hermano de Danny Targaryen: en Desembarco del Rey es un secreto a voces que El Rey Loco -el padre, recordemos de Daenrys- tomó por la fuerza a Joanna Lannister, la mujer de Twynn.

Aunque Twynn intenta por todos los medios hacer abortar a Joanna, lo único que consigue es machacar a madre y feto hasta el punto que Tyrion sale como sale y la madre muere en el parto. Todo esto explica bastante bien la relación de Twynn con su hijo menor.

Y no puedes negar que la serie te lo ha dicho a las claras: los únicos que se han acercado a distancia-caricia de los dragoncetes (Jon, Tyrion) y han vivido para contarlo, han resultado tener sangre Targaryen en las venas.

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Arya Stark

Si hay un personaje en la saga que es una responsable de tratamiento con patas… esa es Arya Stark.

Las dos hermanas Stark, Arya y Sansa, las han pasado canutas todos estos años. Pero veamos:

  • Arya se inició bien pronto en el mundo de las listas negras: repetía sin parar -incluso delante de algún titular, como el Perro- su “lista de la venganza”. Un poco lo que hacía Dustin Hoffman en Rainman (con su agenda de agravios). Pero Arya pasa de las palabras a los hechos.
  • Arya entiende de narices el enfoque basado en el riesgo en la protección de datos personales (propios y ajenos): aplica medidas de seguridad eficaces y… ejem, avanzadas.
  • Empieza por hacerse pasar por un chico para salvar el pellejo.
  • Pero pasa de pantalla al conocer al magnético Jaquen H´ghar, el hombre sin rostro, que la inicia en las artes del asesinato… y la anonimización.
  • Ya en Braavos entra a trabajar en la Casa de Blanco y Negro, una de las grandes empresas de “data mining” que funcionan en los Siete Reinos (otra la llevan los caminantes blancos, y otra más, el niño tullido).
  • Arya se dedica a perfilar y estructurar los datos de quienes acuden a morir a la Casa. Esos perfiles deben estar en perfecto estado de revista para que los “Hombres sin rostro” puedan utilizarlos, asumiendo sus caras y personalidad, para seguir haciendo… lo que hacen los hombres sin rostro.
  • Las normas corporativas vinculantes de la Casa de Blanco y Negro exigen de sus currelas una anonimización irreversible, algo a lo que Arya no está muy dispuesta. De nuevo la importancia del linaje y el motor de la venganza en la saga.
  • Así que… sufre un ataque de reidentificación por parte de Jaquen (o al menos el portador del rostro de Jaquen) y queda ciega durante casi una temporada.

Pero Arya es una de las chicas más listas de la clase, y consigue salir de la casa con vida y con nombre propio. Ya es toda una data master, cambia de identidad como de pantalones y no permite que nadie le tosa. Ni siquiera su hermana.

Tyrion Lannister

Tyrion Lannister

Bran Stark

Si hay un Mark Zuckerberg en Juego de Tronos, ese no es otro que Bran.

Bran siempre tuvo esos extraños sueños verdes con el cuervo de tres ojos.

Y desde bien pequeñito se metía en berenjenales para escudriñar por ventanas y enterarse de todo. Yai! El conocimiento te hace sabio. pero también te pasa factura: y si no, miren cómo estamos hoy:

Bran está confinado físicamente a una silla de ruedas steampunk. Pero paradójicamente, puede acceder a tooooda la información necesaria tomando el control de cualquier bicho viviente que camine, trote, vuele o se arrastre por los siete reinos.

Hay que recordar que todos los Stark tienen una conexión mística con sus huargos: Bran no es especial en esto, si bien ha maximizado sus algoritmos de espionaje hasta lo extremo.

Desde luego, en el improbable caso de que Bran tenga una política de privacidad, no cumple el RGPD en lo que respecta a los habitantes vivos y muertos de Westeros.

Todos esos “arcianos” -los árboles de corteza blanca y hojas rojas con caras chungas- están sensorizados para el uso (y abuso) de Mark, digo de Bran. Hablamos de biovigilancia aquí, en vez de videovigilancia.

Ayer al poner los ojos en blanco, Bran jugaba a la realidad virtual con su huargo Verano. Hoy accede a lo que viene siendo todo un Panoptikon del espacio-tiempo en los Siete Reinos.

El amigo se las apaña también para viajar en el tiempo, conocer la verdad sobre Meñique, sobre Jon Snow… y también cambiar el continuum temporal. Ahí está el pobre Hodor para atestiguarlo.

Si la serie cae en la truco fácil de justificar un triunfo fulminante de las huestes de los vivos en el último minuto, apuesto mis dólares a alguna jugarreta en el pasado del pequeño Bran. Veremos.

 

Dioses antiguos y nuevos

La parrillada verde que tan desagradablemente sorprendió a los devotos de la Fe de los Siete, encabezados por el Gorrión Supremo, nos han dejado con un culto menos en Westeros.

Lo que se dice una infracción en toda la regla del art. 9.1 LOPDgdd.

Está todo por decirse sobre la conexión y paridad de fuerzas entre los tres polos mágicos de poder en la serie: el Rey de la Noche, el Cuervo de Tres ojos, y el Dios de la Luz (ese al que adora Melissandre, la hechicera roja).

Melissandre

Su dato personal más preciado es su edad. Y su edad nos habla de su poder: ojo con ella.

La hechicera tiene poder: dale sangre de una princesa y resucitará a Jon Snow. Dale, ejem, otro tipo de fluido vital de Stannis Baratheon y te parirá una sombra asesina que matará a Renly, cambiando el curso de la guerra.

Juego de Tronos y Protección de datos

Jamie y Cersei Lannister: datos de categoría especial

Los Targaryen son famosos por preferir emparejarse en relaciones consanguíneas en vez de ir a discotecas a conocer extraños. Dicho esto, hay que reconocer dos cosas:

  • La primera, que a Jon Snow y a Daeneris Targaryen les falta información esencial.
  • La segunda, que unos se llevan la fama, pero Cersei y Jamie cardan la lana. No es que los hijos les hayan durado mucho, pero son fruto del amorrr frrraterno.

Aquella bruja (sí: era Melissandre, auténtica Isabel Preysler de Westeros) le profetizó a Cersei que sus hijos morirían, pero también que moriría a manos de su hermano. Nada más que añadir por aquí. Mis dólares, por Jamie.

Jamie es uno de los personajes más complejos de la saga. Especialmente en los libros, y especialmente en Tormenta de espadas -el mejor volumen de los cinco- gana espesor e interés.

Un consejo: si no quieres tener sueños catárticos y esenciales para la saga, no te eches la siesta sobre un tocón de arciano.

Por otro lado, uno se pregunta si es justo que mueran los tres Lannister que quedan vivos.

Testamento de Tywin LannisterºTestamento de Tywin Lannister

Testamento de Tywin Lannister

Despachado hace muchos años Tywinn Lannister, mi favorito para ganar definitivamente la batalla por el trono de hierro, Cersei parece la mejor posicionada para llevarse el dragón al agua. Pero está lo de la profecía.

Y ya luego, si una muerte puede pasar a la historia de la televisión mundial, esa es la de Tyrion. Estoy tan enamorado del enano como todos vosotros, pero… ¡ay!. Todos sabemos que el penúltimo episodio de cada temporada trae (al menos) una baja de primer nivel.

Los Caminantes blancos: despedida y cierre

En un error de calibre parecido al del 58 bis, a los Niños del Bosque les pareció buena idea esto de pinchar con vidriagón el corazón de un pobre muchacho atemorizado: querías defenderse de los malotes humanos que les chafaban los bosques y los ríos. 

Pero la cosa evolucionó de simpática start-up con ojos azules y buenas intenciones, a una organización major de tratamiento de datos «too big to fail»: al igual que los Microsoft, los Apple, los Facebook y los Amazon de turno, los caminantes blancos son capaces de tratar los datos personales de los muertos para sus propios intereses… no siempre alineados con los de los vivos…

Marie Kondo como respuesta a los no-muertos

Por terminar con algún apunte serio este demencial y seriéfilo post que me ha salido, recuerden que sí, el art 3 de la LOPD da derecho a tus herederos y ejem, «personas vinculadas» a solicitar acceso «tu vida digital toa ella».

Pero también te permite atribuir a un tercero la facultad de solicitar su borrado post-mortem.

Y eso deberíamos hacer todos: solicitar el borrado post-mortem de nuestros datos, si no queremos que nuestros cadáveres digitales trabajen para causas o luchen en guerras distintas a las que nosotros, pobres mortales, quisimos durante nuestras cortas y atribuladas vidas.

¡¡Valar morghulis!!

Es cierto: tengo tantas ganas como vosotros de ver la temporada final…

Jorge García Herrero

Abogado y Delegado de Protección de Datos