
Encuestas poco anónimas
Dime que quieres saber más de tus lectores sin decirme que quieres saber más de tus lectores.
Más aún: manipula a tus lectores para que que suelten preciosos datos personales (coño: se piden hasta datos de ideología política) bajo el pretexto de que la encuesta es «anónima».
Rectifico: es tal la ignorancia en materia de protección de datos personales, que ni siquiera podemos afirmar que los promotores de esta encuesta-hideaka se hayan pasado el RGPD por el forro de forma deliberada.
Indice
La información sobre lo de los datos
Pero veamos:
Si uno pincha en este enlace de llamativo título ¿Cuánto te pareces a tus vecinos?, antes de ninguna pregunta, se te informa tranquilizadoramente de que
«No recopilamos tus datos identificativos; los únicos datos que se recabarán al realizar el test son los recogidos por las cookies analíticas«.
«Las respuestas que proporciones no serán, en ningún caso, tratadas por El Confidencial para una finalidad distinta que la de poner este contenido a tu disposición, ni serán almacenadas ni compartidas con terceros»
En un minuto volvemos con estas «inofensivas» cookies analíticas.
A partir de ahora estoy asumiendo que el lector que cumplimente la encuesta no ha iniciado sesión en la web de El Confidencial: si fuera ese caso, entonces es mucho más sencillo saber quién eres.
Las preguntas
Antes de las tranquilizadora información sobre no-tratamiento de datos, se dice (de hecho, esto es lo primero que se dice): «este test está diseñado únicamente para ayudarte a calcular cómo de parecido eres a tus vecinos. No es obligatorio responder a todas las preguntas, pero cuantas más respondas, más fiable será el resultado.«
A continuación, se te pregunta por:
.- tu domicilio,
.- estado civil,
.- tramo de edad,
.- país de nacimiento,
.- si naciste en el mismo municipio donde ahora vives,
.- si vives de alquiler o en propiedad,
.- nivel de estudios,
.- situación laboral,
.- nivel de renta,
.- número de miembros de la unidad familiar para terminar, acojonantemente, con
.- «a qué partido votarías en las próximas elecciones».
Quid pro Quo
Lo cierto es que si lo que quieres es conocer esos datos de tus vecinos, puedes averiguar la mayoría de esos datos predominantes por zona de residencia buscando en los lugares correctos.
Por ejemplo en este mapa sobre rentas medias calle a calle del mismo medio.
Por ejemplo en este mapa sobre voto en las elecciones del 2024 calle a calle. También en el mismo medio.
Pero si haces tooodas esas preguntas (condicionando la info de tus vecinos a que introduzcas tu propia información) lo que está pasando es que estás revelando UN MONTÓN de información sobre ti. Estás cumplimentando una encuesta tipo «Know your customer» por la filosa. Porque normalmente estas cosas se incentivan. Y quienes hacen este trabajo, cobran lógicamente su dinero.
No es esto lo que me preocupa. La tierra para el que la trabaja: el bicho está montado inteligentemente. Y el encuestado obtiene info a cambio de info. Vale.
Lo que me molesta es la ignorancia épica en protección de datos: que al grito de «no te identificamos ni tratamos tu información, sólo utilizamos cookies analíticas» este medio está permitiendo (como corresponsable de tratamiento de datos, de acuerdo con la doctrina Fashion Id» del TJUE que se instalen al menos cuatro trackers con capacidades comerciales.
Dos seguro: GfK y Marfeel.
Y otros dos perfectamente conocidos por servir para todo tipo de fines, además de los exclusivamente analíticos: el tenebroso Google Tag Manager y Amplitude.
Con esto quiero decir que no sólo estas cuatro empresas que prestan servicios de publicidad y analítica digital a El Confidencial, sino tooodas las potencialmente interesadas en mostrarte publi digital como lector habitual que eres de este medio, recibirán toda esta información.
El aviso de cookies informa de ni más ni menos que 912 «socios» pero estos no son los potenciales anunciadores, sino empresas que ofrecen los espacios de publicidad a esos anunciadores (por tanto un número mucho mayor).
No se informa de que El Confidencial sea responsable del tratamiento de datos personales a través de esta encuesta. Pero lo es. Porque, aunque no trate directamente los mismos, provee el acceso a esos terceros que sí lo hacen, bien para devolver al medio estadísticas agregadas (sería lo normal) pero también y sobre todo para su negocio habitual que es conocer lo mejor posible al lector de cada medio para mostrarle publicidad más personalizada.
Porque la publi se vende más cara cuanto más se puede personalizar.
Por no extenderme más:
.- Que la normativa de protección de datos aplica no sólo cuando se identifica por el nombre y apellido, sino cuando lo que haces permite singularizar (el famoso «single-out» del RGPD) es ya un tópico de la protección de datos.
.- Que precisamente en esta industria hay todo un sector de empresas que se dedica a dar más información (e identificar, si puede) sobre las personas individualizadas tras la cadena de caracteres de una cookie, justo lo comentaba hace un par de semanas. «Por el amor de Dios, es que hasta se autodenominan proveedores de identidad«.
.- Que ese consentimiento de cookies debería ser explícito, ni cotiza.
.- En lo de que ese consentimiento que es corto venía ya pochísimo porque se presta bajo condición de pagar 36 euros mensuales, ni entro.
.- Que la gente puede mentir, por supuesto. Estaría bueno. Pero precisamente, el cuñao medio pensará que simplemente introduciendo una dirección falsa (o ninguna dirección) estará protegido. Cuando su IP va a revelar una ubicación aproximada o cuasiexacta, dependiendo de la configuración de la web.
.- Y si ya me pongo la gorra de los héroes -si existe alguno- que paga los 36 euros y luego le hacen esto, bueno… es que me dan ganas de escribir un post. Como éste. Por no poner una denuncia.
Muy buen fin de semana.
Jorge García Herrero
Abogado y Delegado de protección de datos